En algún momento de nuestra vida podemos sentir la necesidad o el deseo de consultar a un psicólogo o a un psicoanalista, porque quizá

*Una pérdida, separación o ruptura nos ha sumido en un dolor del que no sabemos recuperarnos.

*Estamos a menudo deprimidos, angustiados, estresados, inseguros, con ansiedad...

*Nos sentimos sin motivación o si fuerzas para afrontar la vida cotidiana.

*La confusión o las dudas nos paralizan y nos impiden tomar decisiones.

*Tenemos pensamientos u obsesiones de los que no podemos deshacernos.

*La relación con nuestra pareja, hijos, jefe o alguna otra persona, se ha convertido en una fuente de conflictos.

*Padecemos trastornos del sueño o la alimentación.

*Nos encontramos solos, aislados o nos cuesta relacionarnos.

*Sufrimos por dificultades relacionadas con la sexualidad.

*Tenemos dolores o malestar físico cuya causa orgánica ha sido descartada por nuestro médico.

*Repetimos comportamientos o conductas que intentamos inútilmente evitar.

*Quisiéramos entender o cambiar algo en nosotros o en nuestra vida y no sabemos cómo...

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